Del Instituto Pastoral de Reflexiones tenemos la meditación de las Escrituras | Memoria de san Pedro Claver, presbítero

Evangelio
Lucas 6, 12-19

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Reflexión del Evangelio en palabras de Monseñor Don Fischer

Jesús tuvo muchísimos discípulos, hombres y mujeres que eran sus alumnos, que lo escuchaban y aprendían de él. Pero luego tomó a doce de ellos y los nombró apóstoles, lo cual fue una especie de transición de ser un aprendiz, un discípulo, a ser alguien con autoridad para enseñar y predicar como apóstol. Lo que me encanta de esta historia es que, tan pronto como los nombró, se puso en la misma posición que todos los demás. Casi como si dijera: «Esta es mi humanidad» y dijera: «Ustedes, humanos, mis apóstoles, podrán hacer la misma obra que me acaban de ver hacer. 

Recibirán el poder del Espíritu Santo para sanar, transformar y liberar a las personas de todo aquello que les robe el Reino de Dios».

Oración final

Padre, siempre seguimos aprendiendo. Y nuestra forma de tratarnos mutuamente nos dice mucho sobre lo que creemos en la dignidad humana y en la presencia de Dios. Bendícenos con sabiduría. Bendícenos con la herencia que nos prometiste para que podamos ser verdaderamente los apóstoles que necesitas que seamos. Y te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Kyle Cross