Reflexiones del PRI sobre las Escrituras | Memoria de Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
Evangelio
Lucas 11, 42-46
En aquel tiempo, Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!”
Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le dijo: “Maestro, al hablar así, nos insultas también a nosotros”. Entonces Jesús le respondió: “¡Ay de ustedes también, doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni con la punta del dedo!”
Reflexión del Evangelio en palabras de Monseñor Don Fischer
Jesús tenía la intención, no necesariamente de insultar a quienes dirigían el templo, sino de cambiar su comprensión de quiénes eran. Estaban cegados por la oscuridad. Y lo que vemos en esto es que estaban haciendo que otras personas entraran en esa oscuridad con él sin siquiera saberlo. Pisar una tumba los contaminaba, y estar en la red de los fariseos y escribas también los contaminaba.
Así que Jesús está preocupado por el impacto que está teniendo en la gente, y al revelarlo, lo único que escuchan es un insulto injusto.
Oración final
Padre, bendícenos con la comprensión de la plenitud de quiénes quieres que seamos. Si se tratara solo de ti y de nosotros, sería diferente. Pero se trata de nosotros y de todos los que nos rodean. Ayúdanos a comprender cuán contagiosos podemos ser, tanto para la luz como para la oscuridad. Y te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.