Reflexiones del PRI sobre las Escrituras | Memoria de San Leon Magno, Papa y doctor de la Iglesia

Evangelio
Lucas 17, 1-6

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado.

Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo".

Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y los obedecería”.

Reflexión del Evangelio en palabras de Monseñor Don Fischer

Es importante recordar que los discípulos de Jesús aún no habían experimentado la efusión del Espíritu Santo descendiendo sobre ellos, como sucedió en Pentecostés. Por eso, siempre estaban algo confundidos, desfasados ​​con las enseñanzas de Jesús. Y en este caso, vemos algo tan fundamental para el cambio del Antiguo al Nuevo Testamento, de la justicia a la misericordia, que Jesús siempre enfatizó la importancia de perdonar, perdonar y volver a perdonar.

Pero a los discípulos les resultaba muy difícil comprender esto. Y en cuanto lo decía, le preguntaban: «¿Por qué no podemos aceptar esto, tener fe en esto? No tiene sentido». Y entonces él decía lo más importante:

«No tienen que entenderlo ahora. Lo importante es que sepan que este es el núcleo de mi enseñanza, y un día tendrán la fe necesaria para creer que yo puedo ser la fuente de todo perdón que fluye a través de ustedes al perdonarlos».

Oración final

Padre, que siempre nos mantengamos conectados con la belleza y la compasión que residen en un corazón que perdona. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? ¿Quiénes somos nosotros para condenar? Bendícenos con misericordia y un corazón que perdona, mientras continuamos construyendo el reino de Dios. Y te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Kyle Cross