Reflexiones del PRI sobre las Escrituras | Lunes de la XXVIII semana del Tiempo ordinario
Evangelio
Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: "La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás''.
Reflexión del Evangelio en palabras de Monseñor Don Fischer
Jesús no duda en desenmascarar a los fariseos y escribas por su falta de apertura a quién era él y a qué nos llama. En esta lectura en particular, me parece que la generación que siempre pide señales, "muéstranos un milagro, muéstranos algo espectacular", no comprendió que Jesús no estaba aquí principalmente para demostrar que era Dios, sino para la conversión.
Quería que la gente comprendiera una nueva perspectiva.
Los ninivitas, la reina de Saba, eran gentiles, y los gentiles estaban más abiertos a quién es Dios, a quién Dios buscaba que la gente lo comprendiera, que cualquiera de los fariseos o los israelitas.
Oración final
Padre, tienes un llamado. Quieres que entendamos quiénes somos y quién eres tú. Quieres que seamos transformados. Esa es la obra de Jesús: venir y convertirnos de un mundo en el que estábamos atrapados al mundo para el que fuimos creados. Bendícenos en esta obra de conversión. Y esto lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.